En la gran Tenochtitlan, capital del imperio mexica, en el sitio en donde se encuentra Palacio Nacional, fueron levantadas las Casas Nuevas de Moctezuma Xocoyotzin, lugar que pasó a ser propiedad de Hernán Cortés.
En 1562 se estableció ahí el palacio oficial del virreinato de la Nueva España. Una vez constituido México como una nación independiente se designó al antiguo palacio virreinal como Palacio Nacional.
En la época de la intervención francesa, fue retomado como Palacio Imperial por el emperador Maximiliano de Habsburgo.
De gran trascendencia histórica es el hecho de que la Constitución de 1857 se promulgó en este mismo sitio. Benito Juárez murió en este lugar siendo presidente, víctima de “angina de pecho”, en el año de 1872.
En el período revolucionario, en Palacio Nacional se consumó la traición de Victoriano Huerta contra el presidente Francisco I. Madero, pues en este sitio el jefe del ejecutivo fue hecho prisionero.
A lo largo del tiempo en este edificio se han realizado múltiples modificaciones, entre las que destaca la construcción del tercer piso en 1926.
Palacio Nacional constituye no sólo la sede del poder ejecutivo federal, es verdaderamente, como lo indica el título que recibió en 1931, un “Monumento Histórico”.
Fotografía y texto: Jesús Gerardo Piedra D. R.
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